Cándida

Oh!, sutil asesino vulgarmente mis sueños, y sin saberlo,
Cándida despertó abruptamente 
El adormecido fulgor, y el desconocido candor de mi conciencia. 

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Do you remember

Do you remember how not long ago   our love   was in essence pure?. And with the might of our faith, We quieted the unbearable anguish Of the unending absence?. While always patients lulled our Separated bones With our hidden wails?. In the eternal waiting of the dreamed instant Of our wondrous re-encounter. How courageous we freed our bodies From the illusory imprisonment of distance. Delicately waiving our exquisite lengthy souls, To embrace ourselves ravenous of skin; In the cautious wind.  
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Admiramos la belleza y la armonia del cosmos, con cantos y alabanzas a su grandeza, llegando el turno de actuar en sintonia, desertamos... Toco tu boca con mis manos licenciosas, y la sangre se agolpa en mis falanges, como un liquido antídoto que busca despertarte La vida es un lamento ante el espejo infatigable, un soliloquio sin fronteras, en busca respuestas... Eres la cordura de mi piel, la dimensión de mi alegria, y la escala de mi llanto, la mesura de mis sueños, y el conjuro de mis males Por que cambiar las pieles cual míseros retazos, por que no amar completos, sin dudas, sin retardos... Me resisto solemne ante el desgano, ante la muerte, ante el lado oscuro de mis días, ante el horror de lo profano... Morire como un bardo a la vera del camino, con los ojos secos y los labios rotos... Lo se, pasamos tormentas y sufrimos tormentos; pero todo es dentro de un plan bien diseñado, para que a golpes y penurias nos forjemos... Lanzamos las flechas de forma irresponsable, y algún día i...
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Recuerdas?

Recuerdas como antaño nuestro amor  Era en esencia puro?. Y con el poder de nuestra fe,  Aquietábamos  la insoportable angustia  De la ausencia?. Mientras siempre pacientes, arrullábamos en duelo inmenso Nuestros separados huesos, Con nuestros recónditos lamentos.  En la eterna espera  del soñado instante  De nuestro ansiado reencuentro.  Como, valientes liberábamos nuestros  Cuerpos d e la ilusoria prisión de la distancia. Hilando nuestras almas delicadamente Extensas,  para abrazarnos hambrientos de piel,  En el viento.
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